El 8 de setiembre se celebra el Día del Agricultor, de la Agricultora y del Productor/a Agropecuario/a, para honrar al labrador, quien cultiva la tierra, y a la agricultura como una actividad fundamental para la humanidad.
Se conmemora la creación de la primera empresa colonizadora agrícola argentina en la actual ciudad santafesina de Esperanza por el salteño Aarón Castellanos. Esto sucedió el 8 de setiembre de 1856, fecha decisiva, que cambió el rumbo del país al convertir a la agricultura en uno de los sectores más influyentes para el progreso técnico, la grandeza demográfica, la creación de nuevos puestos de trabajo, la economía, el desarrollo de la nación y su reconocimiento internacional.
Castellanos firmó en 1853, bajo el gobierno de Domingo Crespo, un Contrato de Colonización agrícola bajo el sistema de subdivisión de la propiedad que otorgaba una concesión de tierra a cada familia colonizadora. Reclutó 200 familias en Suiza, Alemania, Francia, Bélgica y Luxemburgo. Fueron poco más de 1.100 personas que viajaron en barcos a vela a Buenos Aires; después se sumaron inmigrantes italianos. Ya en Esperanza se asignaron 33 hectáreas, un rancho, animales y semillas a cada familia. Durante 5 años debieron entregar un tercio de la cosecha, y luego, en algunos casos, se convirtieron en propietarios. Fue una época de ilusiones y trabajo duro trabajando de sol a sol, abriendo la tierra a fuerza de brazo y caballos que tiraban de los simples arados, cosechando a mano. Pero las cosechas llegaron a tiempo para desterrar, al menos temporariamente, la nostalgia por sus hogares lejanos.
Hoy como ayer, el productor agropecuario sigue abriendo surcos, sembrando esperanza, siendo factor clave para la alimentación de Argentina y del mundo (según la FAO, la agricultura familiar produce casi el 80% de los alimentos). Pero ser agricultor, agricultora, es mucho más que ser un protagonista de la producción: es ser una persona optimista que trabaja a cielo abierto con los riesgos que esto trae aparejado (lluvias, sequías o granizo, que pueden hacer perder las cosecha); es cuidar el suelo, preservar los bienes naturales y desarrollar las comunidades.
En el marco de esta importante efeméride, el ARCHIVO de la Escuela Agrotécnica difunde una serie de mapas y gráficos que integran la edición bilingüe de LA ARGENTINA AGRÍCOLA 1910, editado por la Dirección de Estadística y Economía Rural del Ministerio de Agricultura de la República Argentina.
Contiene datos e información sobre la economía agraria argentina, en el periodo 1880-1910. Incluye las proporciones de producción, distribución y consumo de las riquezas agropecuarias, la posesión de la tierra y el fraccionamiento de la propiedad rural, el incremento de los cultivos, el aumento del stock ganadero, los medios de transporte y otros factores que participaban de la producción y el comercio de productos.
Fuente: (AHEAC-UNR) Archivo Histórico de la Escuela Agrotecnica “Libertador General San Martín” Universidad Nacional de Rosario.