A partir del día 24 de septiembre de 2021, fecha en la que se cumplen 121 años de la creación de la Escuela Agrotécnica, se encuentra publicada la compilación virtual de textos literarios presentados en el marco del Concurso Literario organizado por el área de “Lengua y Literatura” en conmemoración por el 120º aniversario de la Agro.
Se aprovecha este espacio de difusión para agradecer, una vez más, a los/as estudiantes, docentes, nodocentes, graduados y graduadas que participaron con escritos en los que pusieron de manifiesto el afecto por esta institución única.
Compartimos en este espacio, parte del prólogo de la publicación…
“Durante el año 2020, decidimos, como responsables del Área de Lengua, Literatura y Comprensión y producción de textos académicos, organizar el concurso literario “LA AGRO ESCRIBE Y SE REESCRIBE: 120 AÑOS”, −certamen de poesía, cuento/relato y microrrelato para estudiantes, graduadas/os, docentes y nodocentes (en actividad y jubiladas/os)−.
Cada cinco años, el cumple de la Escuela es celebrado y festejado. Este aniversario se avizoraba como un evento que quedaría guardado en la historia de los reencuentros de la gran familia agrotécnica. En ese marco, la convocatoria para la expresión literaria aparecía como una instancia más para el intercambio, el compartir, el recordar. Sin embargo, quedará en las memorias como el concurso literario que se desarrolló en situación de pandemia.
La selección de textos representa lo que cada uno/a siente por nuestra Escuela. Nietzche decía que la palabra es el más preciado de los bienes, y eso es lo que se percibe a lo largo de esta compilación: ejercer el derecho a decir.
Los y las participantes tuvieron la convicción, la locura, de convertir el silencio en palabras y presentar sus escritos inspirados en la Agrotécnica de Casilda, pionera en la Enseñanza Agropecuaria, institución que alberga, década tras década, a estudiantes de diferentes partes del país y del mundo.
La llegada del COVID/19 y sus avatares no fue proyectada ni en los más distópicos textos de ciencia ficción. Tampoco hubiésemos idealizado en nuestros sueños más ambiciosos un jurado tan prestigioso para este concurso.
Liliana Heker, Ana María Shua y Pablo de Santis tuvieron la generosidad y la excelente predisposición de oficiar como integrantes del equipo evaluador. Contundentes representantes de las letras argentinas, reconocido/as a nivel internacional, dispusieron de su valiosísimo tiempo y su profunda sabiduría para leer los textos escritos por integrantes de la comunidad educativa, que quisieron dejar plasmado su afecto y agradecimiento a través de la escritura.
Nuestra admiración hacia Liliana, Ana María y Pablo, será eterna.
Los libros, la literatura y la escritura tienen el poder de detener el tiempo y de conjurar la soledad. Nos permiten vivir mil vidas, conocer culturas, tradiciones, viajar, aventurarnos sin necesidad de movernos. Abrir un libro habilita la evasión de la realidad y el regreso, sin más, al cerrarlo. En este sentido, el concurso habilitó la materialización del tiempo, dentro del tiempo detenido en el encierro y la posibilidad de habitar el recuerdo.
Y como lo que se brinda de corazón se multiplica, decidimos reunir algunos de los textos en este documento. Su finalidad es que la familia de la Agro pueda conocerlos y disfrutarlos, sentir la diversidad de emociones que los inspiraron.
Más allá del dictamen del honorable jurado, y del acto de premiación, llevado a cabo el día 9 de abril de 2021 (en el marco de la ceremonia académica de la promoción de las carreras de “Bachiller en Ciencias Agropecuarias” y “Técnicos en Producción Agropecuaria”), felicitamos a cada uno/a de los/as concursantes por atreverse a plasmar sus sentimientos y sus ideas.
A partir de este día, sus obras dedicadas a la Agro, pasan a formar parte de la historia viva de una institución única. Las generaciones se suceden, las vivencias se multiplican. Y la historia oral anidada en el cuerpo y puesta en nuestras bocas exige, pide el paso al papel como legado a la posteridad.
En palabras de la escritora y antropóloga francesa Michèle Petit: «Para que el espacio sea representable y habitable, para que podamos inscribirnos en él, debe contar historias, tener todo un espesor simbólico, imaginario, legendario. Sin relatos −aunque más no sea una mitología familiar, algunos recuerdos−, el mundo permanecería allí, indiferenciado; no nos sería de ninguna ayuda para habitar los lugares en los que vivimos y construir nuestra morada interior.»
Profesoras Gabriela Marani, Virginia Francesconi y Luisina Rossini.
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